Sólo descubro en ellas dos deseos:
1. Ganarse un premio de publicidad
2. Poder facturar más este mes.
A una de aquellas le dije en algún momento que "su único problema es que eran demasiado buenos publicistas, tanto que se olvidaban que el resto de la humanidad no es publicista sino simplemente humana". Tristemente sé que no entendieron lo que quise decirles.
Espero que si lo dice alguien que sin duda es mucho más sabio que yo exista una resonancia de lenguaje.
Con ustedes, David Ogilvy:
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