Y hoy, seguimos hablando de metáforas.
Hace unas semanas la unión europea lanzó un comercial que dio mucho de que hablar:
Este comercial es un muy buen ejemplo de lo que no debe hacerse. El comercial es impecable. Hermosa su factura, su dramaturgia, su manejo de imagen. Únicamente tiene un problema. Habla mal. Dice mal. Sin lugar a duda la metáfora es un asunto poderoso, pero si no se usa como es debido lo único que se consigue es una lectura que, antes de gustar, disgusta.
El comercial, de hecho, ya se encuentra fuera del aire pues las críticas sobre él no han dejado de llover.
Un muy buen ejemplo de que, lo importante nunca es lo bonito o feo del comercial, sino la claridad en lo que quiere decirse. Y este mensaje claramente estaba equivocado.Ups
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