Algún día la Base de Datos Universal de Clientes será una realidad, y el mundo se convertirá en un hermoso lugar para vivir. Un sistema para restar y sumar puntos basado en el comportamiento clienteril. ¿Me hizo sacar el libro de la vidriera y no lo va a llevar? Cinco puntos menos. ¿Encargó un libro que al final no necesita? Diez puntos menos. ¿Entró a preguntar algo cuando estábamos cerrando? Veinte puntos menos. Y así con todo y en todos los negocios. ¿Quiere pedir una grande de muzzarella? No, no, lo siento señor, tiene bloqueado el delivery, su puntaje está en negativo. Venga a buscarla.
Qué lindo sería, todos queriendo ser mejores personas, todos amando y cuidando al prójimo.
Y motivados por aquello que realmente mueve al mundo; ni el desinterés, ni la misericordia, ni el altruismo. No. El egoísmo en su estado más puro.
vía: "el cliente nunca tiene la razón" un blog que mucho tiene que ver con el servicio, y más con la literatura
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