Si en Colombia se eligiera la mejor campaña de marketing político el ganador sería Mockus. De inmediato. O quizás quedaría fuera de concurso. Pareciera que sus asesores han tomado paso a paso el libro de texto para entender qué es lo que debe hacerse y qué es lo que no.
¿Por qué es una campaña magistral?
El primer punto es simple: Influencia. No es un proceso de marketing permisivo en el cuál se compran votos o espacio de publicidad. Es un proceso de marketing permisivo en el cuál es la gente quien pide poder votar, poder poner la publicidad.
La influencia es un asunto maravilloso, es un asunto que refleja a la perfección la frase que empleamos hace algunas semanas de cómo la “autenticidad es la nueva autoridad”. La influencia es lo que explica lo que mediáticamente se ha llamado la “ola verde”.
La pregunta a hacerse tiene un punto clave: ¿Por qué se ha logrado generar aquí influencia real?
Existen dos motivos básicos:
- El primero es el trabajo previo. Mockus nunca se vendió como un candidato, vendió a su equipo. Igualmente, Fajardo trabajó durante varios años posicionándose en las redes sociales. Y estos dos puntos, juntos, dieron fruto.
- El segundo motivo es que comprendieron un punto clave del comportamiento del consumidor de un segmento clave en Colombia: los jóvenes. Por años se ha dicho que el joven es un voto abstencionista, y esto puede ser cierto como síntoma, no como un motivador profundo. El voto joven es un voto apasionado, y ésa es una profunda diferencia. Es abstencionista cuando nada lo apasiona, pero cuando algo llama lo suficiente su atención es sumamente probable que este comportamiento cambie. El comportamiento evidente (votar) es profundamente influenciado por los afectos y la cognición (en este caso, el apasionamiento hacia el candidato).
Las redes sociales han sido campo de batalla de estas elecciones, y en ellas la participación joven es sumamente clara. En facebook, por ejemplo, se creó una aplicación para “donar tu estado al candidato”, de forma que una vez al día el estado de aquellos que “son fan” cambia para informar alguno de los puntos clave del candidato.
Pero el fenómeno va más allá. Un grupo de actores donó un video apoyando la campaña. Lanzamiento del video: Youtube.
Y luego, se empiezan a desarrollar campañas en la calle. De nuevo, la plataforma de comunicación es youtube y facebook. (aquí un ejemplo)
El fenómeno crece. Apoyos maravillosos y surgen en otros sitios, donde por ejemplo uno de los cantantes más influyentes del país escribe en su estado cosas como “veeerde es mi país….” (clara alusión al partido verde del cuál Mockus es el candidato).
Infuencia. Más influencia. ¿Y qué ocurre con las propuestas de gobierno? Insistimos, esta es una entrada sobre marketing, no sobre política. Y en este mundo maravilloso del marketing, la política no importa tanto como la imagen que proyecta.
No hablaremos en esta entrada de los errores que, al mismo tiempo comete la contraparte. Simplemente decir que es un excelente ejemplo del helado de albóndiga: Si tratas de ponerle crema chantillí a un helado será delicioso, pero si la pones a una albóndiga de carne tendrás algo incomible. Eso es lo que está ocurriendo en el ejercicio desesperado de la competencia de aparecer en los mismos sitios y formas en las cuales aparece Mockus, de una forma que además resulta forzada.
Sin duda el tema da para mucho más , pero por hoy es suficiente de mercadeo en este reblujo. Abierta la discusión.
2 comentarios:
El video de los artistas me hace acordar de esto: http://www.youtube.com/watch?v=Q8boC4tMK_g
Y si me parece que la estrategia si le ha servido mucho, hasta por aqui hay gente que se viste de verde, o a puesto posters...y eso que aqui no podemos votar.
Que cosa más bonita juliana!!!!
tks a lot!!
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